
(Por Cristian Paladino) – El semillero de San Lorenzo de Almagro vuelve a ser noticia. Una vez más, la cantera azulgrana dice presente en la escena nacional, esta vez con dos jóvenes talentos que sueñan en grande: Valentín Céspedes y Facundo Galeano, futbolistas de la Octava División (Categoría 2010), han sido convocados para entrenar con la Selección Nacional Argentina Sub-15.
La citación fue oficializada por la Coordinación de Selecciones Juveniles que preside Bernardo Romeo, un nombre que también lleva ADN azulgrana, y que hoy, desde su rol dirigencial, continúa apostando al futuro del fútbol argentino.
Ambos jugadores deberán presentarse en el Predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza los días miércoles 21, jueves 22 y viernes 23 de mayo, y nuevamente la semana siguiente: lunes 26, martes 27, miércoles 28 y jueves 29, desde las 14 horas. Allí, comenzarán a vivir una experiencia que quedará marcada a fuego en sus trayectorias.
Valentín Céspedes: el guardián de González Catán
Nació el 2 de marzo de 2010, en González Catán, y desde 2016 defiende los colores de San Lorenzo. Formado en el baby fútbol de Los Matadores, club que lo vio dar sus primeros pasos, Céspedes no tardó en demostrar que estaba hecho de otra pasta. Dueño de una contextura física privilegiada, un sentido de ubicación impecable y una personalidad arrolladora, se convirtió en una voz de mando dentro del área, capaz de ordenar a sus compañeros con claridad y temple.
Valentín no solo ataja: lidera, organiza, interpreta el juego. Tiene esa mezcla rara de madurez y pasión, de intuición y técnica, que lo convierte en uno de los proyectos más firmes del arco azulgrana.
Facundo Galeano: el capitán que defiende con el alma
El 27 de febrero de 2010, en Moreno, nacía un defensor con alma de capitán. Facundo Galeano llegó a San Lorenzo en 2015 y desde entonces su crecimiento fue sostenido y contundente. Zaguero central de alma, combina fortaleza física con lectura táctica, y tiene una capacidad notable para anticipar, cerrar espacios y comandar la última línea.
Quienes lo conocen destacan su presencia imponente, su juego aéreo sólido y su habilidad para hablar en la cancha. De hecho, suele llevar con orgullo la cinta de capitán en la Octava, símbolo de un liderazgo forjado a base de esfuerzo, compañerismo y compromiso.
Este tipo de noticias no se celebran en silencio. Son el reflejo de un trabajo colectivo, de entrenadores que forman, de familias que acompañan y de un club que sigue apostando fuerte por las divisiones juveniles. En cada citación a la selección, se enciende una luz de esperanza. Y San Lorenzo, una vez más, ilumina el camino.
Céspedes y Galeano ya dieron un paso inmenso. Lo que viene será aprendizaje, desafío, competencia y sueños. Pero este presente, ya es un triunfo.