
(Por Cristian Paladino) – San Lorenzo vuelve a tener motivos para inflar el pecho de orgullo. La Selección Argentina Sub-15 citó a Valentín Céspedes y Nicolás Alzatti, jugadores de la Octava División del Ciclón, para integrar el nuevo ciclo de entrenamientos que se desarrollará los días lunes 4, martes 5 y miércoles 6 de agosto en el Predio Lionel Messi de Ezeiza.
La ilusión de representar al país empieza a materializarse para estos dos talentos de la Categoría 2010, que día a día construyen su sueño profesional en el corazón de Boedo. Para Valentín Céspedes, esta convocatoria representa una continuidad en el proceso formativo dentro del seleccionado juvenil. Para Nicolás Alzatti, en cambio, será su primera experiencia con la camiseta albiceleste, un paso inolvidable para cualquier futbolista.
Ambos llevan años defendiendo los colores azulgranas con esfuerzo, dedicación y amor por el fútbol. Céspedes y Alzatti no son simplemente promesas: son el reflejo del trabajo sostenido que se realiza en el Fútbol Juvenil de San Lorenzo, donde la formación integral de cada chico es una prioridad. Cada convocatoria de un juvenil a una selección nacional no solo reconoce al jugador, también distingue a la institución que lo vio crecer.
Valentín Céspedes nació el 2 de marzo de 2010, en González Catán. Desde 2016 defiende los colores de San Lorenzo. Formado en el baby fútbol de Los Matadores, el club que lo vio dar sus primeros pasos, no tardó en demostrar que estaba hecho de otra pasta. De contextura física privilegiada, gran sentido de ubicación y una personalidad arrolladora, se convirtió en una voz de mando dentro del área. Ataja, lidera, organiza e interpreta el juego con esa mezcla extraña de madurez e intuición que lo posiciona como uno de los proyectos más firmes del arco azulgrana.
Nicolás Alzatti nació el 2 de abril de 2010, en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires. Zurdo, de gran técnica individual, preciso en la marca, con buen juego aéreo y capacidad para salir jugando con claridad. Llegó a San Lorenzo en 2018 y, desde entonces, se ha consolidado como una pieza clave en la última línea de la Octava División. Inteligente, competitivo y siempre bien ubicado, Alzatti representa al defensor moderno que entiende el fútbol con la cabeza, pero también lo juega con el corazón.
Para estos chicos, vestir la camiseta argentina no es solo un premio: es una responsabilidad, un privilegio y una motivación que los impulsa a superarse cada día. Y para San Lorenzo, es un motivo de alegría saber que el trabajo silencioso y constante de su semillero sigue dando frutos. La historia del club está llena de grandes jugadores que llegaron a la Selección. Céspedes y Alzatti, con humildad y convicción, sueñan con sumarse algún día a esa lista gloriosa.