(Por Cristian Paladino) – La mañana en Ciudad Deportiva tuvo sabor a recompensa. Bajo un cielo diáfano y con el césped sintético testigo, la Séptima División de San Lorenzo sumó un valioso triunfo ante Independiente 3 a 1, consolidando su andar firme en el torneo de AFA. Fue un partido trabajado, de esos que exigen concentración y templanza, donde cada momento cuenta y cada aporte, por mínimo que parezca, suma al todo.
En ese marco, entre los que aguardaban su oportunidad desde el banco, estaba Facundo Desia, volante creativo categoría 2009. Ingresó en el segundo tiempo, con la responsabilidad de mantener el ritmo del equipo y sumar claridad en la mitad de la cancha. Lo hizo con criterio, personalidad y, como si el destino se lo tuviera guardado, convirtió uno de los goles del triunfo.
“El gol en lo personal me sirvió muchísimo, me da confianza. Se lo dediqué a mi familia, a mi novia que siempre me apoyan día a día, y a mis compañeros, porque sin ellos no sería posible”, compartió con humildad tras el partido.
Facundo sabe de procesos. Y sabe también que cada paso que da está sostenido por años de constancia. Nacido el 7 de mayo de 2009 en Villa Urquiza, Capital Federal, empezó a jugar al baby fútbol a los tres años en Penacho Azul, luego pasó por 17 de Agosto, hasta que en septiembre de 2016, con solo siete años, llegó a San Lorenzo de la mano del Prof. Gabriel Gil. Desde entonces, su vida gira en torno a la camiseta azulgrana.
“Para mí, jugar en un club como San Lorenzo es un orgullo. Me encariñé con el club desde el primer día que llegué, y sueño con algún día jugar en Primera División para defender a muerte estos colores”.
Durante gran parte de la temporada, Desia venía sumando minutos en Liga Metropolitana, donde encontró terreno fértil para desarrollar su juego, sumar rodaje y seguir creciendo. Pero sus buenos rendimientos, el compromiso y la entrega diaria comenzaron a abrirle la puerta del equipo principal de AFA, de la mano del Profesor Gastón Fochi.
“Jugar en la Liga me ayuda un montón. Al no tener tantos minutos en AFA, puedo ir ganando ritmo y confianza para seguir superándome, no solo en lo individual, también en lo colectivo. Eso nos potencia a todos”, cuenta quien se define como un jugador de gran pegada, buena visión de juego y habilidad, que ha mejorado mucho en velocidad y busca superarse en cada entrenamiento.
Consciente de que no hay fórmulas mágicas, Facundo multiplica esfuerzos. Entrena a diario con intensidad y, cuando el cuerpo lo permite, suma también dobles turnos.
“Vengo entrenando al máximo todos los entrenamientos. De a poco estoy sumando más minutos y ganando confianza en cada partido de AFA”, explica, con la seguridad tranquila de quien cree en el trabajo como camino.
Su entrada ante Independiente fue un aporte más en la construcción colectiva de un equipo que demuestra estar para cosas importantes. El grupo está fuerte, unido, con un lazo que trasciende lo futbolístico.
“La Séptima está predispuesta para todo. Mejoramos mucho en lo técnico y táctico en cada entrenamiento. Veo al grupo con ganas de seguir mejorando y conseguir buenos resultados como venimos haciendo en AFA y en Liga”, resume, reflejando el espíritu de pertenencia que se respira en la categoría.
No hay apuros en su andar. Facundo sabe que cada minuto en cancha es parte de un proceso más grande. Que cada paso suma, que cada día cuenta. Y que mientras el sueño de llegar a Primera lo empuja, es en el presente donde se siembra lo que vendrá. Con los botines bien puestos, la cabeza enfocada y el corazón azulgrana latiendo desde los siete años.
