(Por Cristian Paladino) – La noche cae sobre Ciudad Deportiva y la Pensión Juvenil de San Lorenzo se convierte, una vez más, en escenario de emociones intensas. Esta vez, no se trata de una concentración previa a un clásico ni del nerviosismo de un debut. Se trata de algo aún más especial: la despedida a la delegación de la Categoría Infantil 2012, que en apenas unas horas partirá rumbo a Rusia para representar a San Lorenzo en la prestigiosa Copa Internacional L. D. Burchalkin, en San Petersburgo.
El aire se impregna de abrazos, fotos, risas nerviosas y algún que otro suspiro que se escapa entre padres, entrenadores y los propios chicos, que si bien ya tienen el bolso listo, todavía no terminan de caer en la magnitud de lo que están por vivir. La mesa está servida, literalmente, para compartir la última cena en casa antes del viaje. Esa casa que es más que un lugar: es cuna, escudo, y refugio emocional.
La despedida no es formal, pero sí simbólica. La familia del Fútbol Infantil acompaña, abraza, alienta. Algunos directivos del club dicen presente y dejan palabras de aliento que alimentan la ilusión de todos; Andrés Terzano, Uriel Barros y Mateo Sagardoy.
El equipo técnico que acompañará a la delegación también está presente, liderado por el Coordinador del Fútbol Infantil, Luis Lúquez, junto al entrenador Pablo Osán, el preparador físico Leonel González, el utilero Marcelo Cabrera, la médica Noelia Bianchi y el dirigente del área Dante Gutiérrez Mónaco, quien será parte del viaje.
El medio Semillero Azulgrana, como siempre, acompaña desde el lugar de los hechos con el compromiso de estar cerca de cada etapa de crecimiento de los chicos. Hoy, desde este rincón que huele a sueños por cumplir, somos testigos de una postal que se repetirá en la memoria de todos los presentes: los chicos despidiéndose de sus familias, de sus formadores, de su casa. Pero sobre todo, saludando a lo que viene con los ojos llenos de mundo.
El viaje tiene hora de partida —el vuelo está previsto para las 23:55 desde Ezeiza—, pero hace rato que ya despegó. Lo hizo en cada entrenamiento, en cada charla entre compañeros, en cada noche en la pensión soñando con lo que está por venir.
Del 16 al 18 de mayo, San Lorenzo participará de la VII edición de la Copa Internacional L. D. Burchalkin, enfrentando a rivales de altísimo nivel: Palmeiras (Brasil), Kairat (Kazajistán) y Zenit (Rusia), entre otros. Pero más allá de los resultados deportivos, el verdadero desafío será cultural y humano: adaptarse, convivir, aprender. Eso también es formar jugadores.
Esta generación no va de paseo. Va con historia, presente y futuro. En 2024 ya fue campeona del Torneo Ciudad de Ayacucho y protagonista del torneo oficial de AFA. Con nombres como Maximiliano Acosta, Tiziano Aguirre, Yoel Aquino, Celestino Gómez, Luka Di Bella y Gianluca Ávalos, esta categoría ilusiona. Completan la delegación: Laureano Garnica, Teo Zárate, Ignacio Ocampo, Benjamín Gambin, Mateo Toledo, Santiago Ramírez, Tobías Pereyra, Nicolás Miño y Jano Farías.
Y esta noche, mientras se despiden, todavía no saben que el verdadero trofeo los espera a la vuelta: el recuerdo imborrable de haber representado a San Lorenzo —y a todo un país— cruzando el mundo con una pelota y el alma en los botines.
