
(Por Cristian Paladino) – En una jornada distinta, cargada de emoción, valores y significado, varios jóvenes deportistas que integran las distintas disciplinas de San Lorenzo de Almagro, incluyendo a cinco residentes de la pensión de fútbol juvenil, recibieron los sacramentos de la Primera Comunión y la Confirmación en la Capilla de Ciudad Deportiva. El acto se realizó este sábado 24 de mayo, coincidiendo con las fiestas patronales de María Auxiliadora, un símbolo profundamente ligado a la identidad del club.
La ceremonia fue presidida por el Padre Joaquín Ledesma, vicario de la Parroquia Santa María Madre del Pueblo, de la cual depende la capilla del club. El espacio religioso, que desde su inauguración en 2011 cuenta con la bendición de quien entonces era el arzobispo primado de la Argentina, Jorge Mario Bergoglio –ayer el Papa Francisco–, volvió a ser escenario de un momento inolvidable para muchos chicos que transitan su etapa formativa en San Lorenzo.
Entre los protagonistas de esta historia estuvieron los futbolistas del Semillero Azulgrana: Tommy Pavel (7ma División), Tiziano Bogarín (9na División), Ignacio Carmaran y Demian Bravo (ambos de 8va División), Salvador Ramírez (Categoría 2012) y Tomás Carmaran (Categoría 2013). También participaron otros jóvenes de las disciplinas federadas del club, con quienes compartieron semanas de preparación espiritual en la capilla del predio.
El camino hacia la fe de estos chicos no se detuvo en un solo sacramento. Ignacio Carmaran y Demian Bravo recibieron ambos sacramentos durante la ceremonia. En tanto, Tiziano Bogarín, Tommy Pavel y Salvador Ramírez fueron confirmados, mientras que Tomás Carmaran recibió su Primera Comunión.
Más allá de la liturgia, la ceremonia dejó un mensaje profundo que conectó lo espiritual con la vida deportiva. En su homilía, el Padre Joaquín se dirigió especialmente a los chicos, recordándoles con ternura y fuerza que “los colores de la camiseta de San Lorenzo son los colores de María Auxiliadora, y que la Virgen los va a acompañar durante cada momento en sus vidas deportivas y en la defensa de los colores de la institución”.
Palabras que no cayeron en saco roto. Porque si hay algo que distingue a San Lorenzo es justamente eso: la posibilidad de formar personas integrales, más allá del talento o los resultados. Acompañar a sus juveniles no sólo en la cancha, sino también en su crecimiento humano, emocional y espiritual, es un compromiso que el club honra desde sus raíces.
La pensión juvenil es para muchos chicos el primer hogar lejos de casa. Y que ese hogar también les brinde un espacio de contención espiritual es un valor que no todas las instituciones ofrecen. Que puedan vivir este tipo de experiencias, en comunidad, con sus compañeros, es algo que marca, que deja huella.
Este 24 de mayo no fue una fecha más en Ciudad Deportiva. Fue una jornada donde el cielo se hizo un poco más azulgrana, donde la fe se abrazó con la ilusión, y donde los colores de la Virgen y del club se entrelazaron para siempre en el corazón de cada chico.