
(Por Cristian Paladino) – Hay días que se guardan para siempre en la memoria. Para Nicolás Martínez, aquel volante misionero que llegó a San Lorenzo a comienzos de 2023, el sábado ante Belgrano de Córdoba quedará como un recuerdo imborrable: convirtió su primer gol con la camiseta azulgrana en un partido electrizante y contribuyó a una victoria vital para la Novena División, que dirige el Profesor Mauricio Lúquez.
El encuentro no fue para corazones débiles. En el Predio Armando Pérez, San Lorenzo construyó un sólido 3-0 en el primer tiempo, apoyado en una idea clara: tratar bien la pelota, jugar con actitud y atacar con profundidad a las espaldas de los laterales rivales. Nicolás, que comenzó su carrera como volante central pero que hoy se desempeña como volante por derecha, fue parte fundamental de ese andamiaje que desbordó a Belgrano en los minutos iniciales.
Sin embargo, en el complemento, el partido se tornó cuesta arriba. El equipo cordobés reaccionó y descontó en dos oportunidades, llevando la tensión al límite. Fue entonces cuando emergió el carácter colectivo: “Nos hicimos fuertes de la cabeza para mantener el triunfo”, destaca Nicolás, todavía con la emoción a flor de piel.
La alegría tuvo un sabor especial para el juvenil nacido el 11 de marzo de 2011 en Posadas, Misiones. No solo por la victoria, sino también por el ansiado gol personal que venía buscando hacía varios partidos y que finalmente se le dio. “Fue una felicidad enorme, algo que soñaba. Se lo dedico a mi familia, que siempre me apoya y está conmigo en todo momento”, expresó el jugador, que dio sus primeros pasos en el club La Cantera de su barrio La 92 (Yacyretá).
Desde su llegada a San Lorenzo procedente del Club Nápoles de su ciudad natal, Nicolás se propuso evolucionar partido a partido. Define su juego con humildad y claridad: se considera fuerte tanto física como mentalmente, con una inclinación a resolver las jugadas de la mejor manera posible y disfrutar del duelo mano a mano en el uno contra uno.
El triunfo ante Belgrano no solo significó una conquista en la tabla, sino también un paso importante para el crecimiento de este grupo de jóvenes que busca afirmarse en el competitivo torneo juvenil. “Esta victoria nos sirvió mucho para seguir afianzándonos como equipo y continuar mejorando nuestra idea de juego”, resume el misionero, que entiende que cada paso cuenta cuando se está construyendo un sueño tan grande.
En su primer año en el fútbol juvenil de un club grande como San Lorenzo, Nicolás Martínez sabe que el camino recién empieza. Pero días como este, donde el esfuerzo se transforma en felicidad y el sueño se vuelve un poco más real, le confirman que está en el lugar indicado, disfrutando de cada instante de esta nueva aventura.