
(Por Cristian Paladino) – El reloj marcará las 23.55 del próximo lunes 12 de mayo cuando el vuelo que traslade a la Categoría Infantil 2012 de San Lorenzo (Pre-novena) despegue desde el Aeropuerto de Ezeiza con destino a San Petersburgo, Rusia. Pero el viaje ya habrá comenzado mucho antes. Porque desde hace semanas, cada chico que integra esta delegación empezó a vivirlo en su cabeza, en su corazón, en cada entrenamiento, en cada charla familiar, en cada abrazo con los compañeros. Lo que se viene no es solo una competencia. Es una experiencia que les quedará grabada para siempre.
La delegación azulgrana se reunirá por la tarde en Ciudad Deportiva, donde compartirán la cena en la pensión juvenil del club —esa que tantas generaciones de futbolistas ha visto crecer— antes de partir rumbo al aeropuerto. Un ritual cargado de simbolismo: despedida en casa, abrazo colectivo, ilusión compartida. Representarán al club, al país y al semillero azulgrana en la VII edición del prestigioso Torneo Internacional Copa L. D. Burchalkin, organizado por el FC Almaz-Antey con el apoyo de la Federación de Fútbol de San Petersburgo.
Un certamen de elite, una oportunidad inigualable:
Del 16 al 18 de mayo, San Lorenzo será uno de los protagonistas de este torneo que convoca a equipos infantiles de todo el mundo y que se ha convertido en una vidriera global para los talentos emergentes. En la edición 2024 participaron clubes de renombre como Palmeiras, Crvena Zvezda, Sepahan, Fenerbahce, Dinamo Minsk, Kairat y los poderosos Zenit y Almaz-Antey, entre otros. Este año, San Lorenzo buscará dejar su huella frente a algunos de ellos.
El cronograma de partidos ya está confirmado:
Viernes 16/5 a las 8:30 (ARG): San Lorenzo vs. Palmeiras (Brasil)
Viernes 16/5 a las 13:30 (ARG): San Lorenzo vs. Kairat (Kazajistán)
Sábado 17/5 a las 5:30 (ARG): San Lorenzo vs. Zenit (Rusia)
Más allá de los resultados, el verdadero desafío será cultural, humano y formativo. Es una experiencia que pondrá a prueba no solo el juego de los chicos, sino también su capacidad de adaptación, convivencia y crecimiento personal. Porque esto también es formar jugadores: sacarlos de su zona de confort, hacerlos parte del mundo.
Una generación que ilusiona:
La Categoría 2012 no llega a este torneo como una sorpresa. En 2024, estuvo a un paso de coronarse en el torneo oficial de AFA, quedando a tan solo un punto del título. Este año, reafirmó su jerarquía al consagrarse campeona del Torneo Ciudad de Ayacucho, derrotando con autoridad a Talleres de Córdoba por 2-0 en la final, con goles de Mateo Toledo y Laureano Garnica.
Son chicos, sí. Pero su juego habla de una madurez que invita a soñar. Nombres como Maximiliano Acosta, Tiziano Aguirre, Yoel Aquino, Celestino Gómez, Luka Di Bella y Gianluca Ávalos ya empiezan a sonar con fuerza en el mundo formativo. Junto a ellos, completan la delegación: Laureano Garnica, Teo Zárate, Ignacio Ocampo, Benjamín Gambin, Mateo Toledo, Santiago Ramírez, Tobías Pereyra, Nicolás Miño y Jano Farías.
Una delegación con experiencia y compromiso:
Los chicos no viajan solos. Detrás de cada aventura internacional, hay un equipo que sostiene, acompaña y proyecta. Encabezada por Luis Lúquez, coordinador del Fútbol Infantil del club, la delegación técnica está conformada por Pablo Osán (DT), Leonel González (PF), Marcelo Cabrera (utilero) y Noelia Bianchi (médica), junto al dirigente del área Dante Gutiérrez Mónaco, quien también será parte del viaje.
Cada uno desde su rol será fundamental para que los chicos vivan una experiencia organizada, segura, formativa y enriquecedora. Porque en estas giras no solo se juega: se aprende, se escucha, se representa. Se crece.
Volverán con algo más que resultados:
La vuelta está prevista para el sábado 20 de mayo a las 22.30, cuando el avión que los regrese al país aterrice en Buenos Aires. Ese día, más allá de cómo hayan salido los partidos, cada uno de los protagonistas llegará con un trofeo invisible pero imborrable: el de haber vivido una experiencia única, de esas que se atesoran para siempre.
Porque más allá de los goles, las marcas, los puntos o los podios, hay algo que no tiene precio: vestir la camiseta de San Lorenzo y cruzar el mundo para mostrarle al planeta cómo se forma un pibe en Boedo.
Eso, ya es un triunfo.