(Por Cristian Paladino) – Una vez más, Uriel Ojeda, volante creativo de la División Reserva de San Lorenzo, fue convocado para formar parte de los entrenamientos de la Selección Nacional Argentina Sub-17 que conduce Diego Placente. El juvenil, nacido el 15 de marzo de 2008, será parte de una nueva semana de trabajos en el predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza, donde el combinado nacional continúa con su puesta a punto de cara al Mundial de la categoría, que se disputará del 5 al 27 de noviembre en Qatar.
Las actividades comenzarán esta tarde con un entrenamiento programado a las 15.30. El cronograma continuará el martes 1 de julio con doble turno (a las 9.45 y a las 16.00), y cerrará el miércoles con un ensayo futbolístico ante River Plate, a las 10 de la mañana, en el mismo predio de Ezeiza. Este tipo de convocatorias no solo reafirman el talento de Ojeda, sino también la importancia de su presencia en el proceso que busca afinar detalles antes de la cita mundialista.
Uriel es un futbolista con sello propio. Con un pie educado, visión panorámica y gran capacidad para tomar decisiones bajo presión, se ganó su lugar en el equipo nacional a fuerza de juego y compromiso. En San Lorenzo, viene cumpliendo una destacada temporada en el Fútbol Juvenil y División Reserva, donde no solo es el conductor natural del equipo, sino también una de sus principales cartas ofensivas. Su evolución, sin embargo, no es fruto de la casualidad.
La historia de Ojeda con el fútbol comenzó en “La Lomita”, un club de barrio de Moreno, al oeste del conurbano bonaerense. Allí dio sus primeros pasos, entre potreros y tardes interminables de pelota. En 2015, con apenas siete años, fue captado por San Lorenzo y se incorporó al fútbol infantil de la institución. Desde entonces, su crecimiento ha sido constante: pasó por todas las categorías formativas dejando huella y, ya asentado en el fútbol juvenil, mutó de delantero a enganche, posición donde explotó definitivamente su talento.
El 5 de abril de 2024, como reconocimiento a su proyección, firmó su primer contrato profesional con el club de Boedo, con vigencia hasta diciembre de 2026. Un paso importante para su carrera, que hoy se ve potenciado con esta nueva citación al seleccionado juvenil.
Mientras el cuerpo técnico de la Selección continúa evaluando opciones y aceitando mecanismos de juego, el nombre de Uriel Ojeda sigue siendo una constante en las listas. Y no es para menos. Su temple, madurez y talento lo transforman en un jugador a seguir muy de cerca. El sueño del Mundial está en marcha y, si el presente es una promesa, el futuro de este chico de Moreno ya empieza a escribirse con letras doradas.
