
(Por Cristian Paladino) – En un campo de juego hostil y siempre exigente como el de Ezeiza, la Séptima División de San Lorenzo escribió una de esas páginas que se recuerdan. Derrotó con autoridad a River Plate por 3 a 1, y entre las figuras que hicieron posible ese triunfo sobresale una que se viene afirmando fecha tras fecha: Jeremías Farji. Rápido, encarador, con gol y visión de juego, el joven extremo nacido el 7 de mayo de 2009 en Luján, es una de las armas ofensivas más potentes del equipo que dirige Gastón Fochi, acompañado por el Prof. Milton Rezoagli y el Preparador Físico Santiago Giretti.
La temporada 2024 está marcando un antes y un después para esta categoría. Porque más allá de los resultados, se percibe en cada presentación una transformación profunda: un cambio de actitud, una propuesta futbolística más ambiciosa, una idea clara que busca construirse partido a partido. Y en esa evolución colectiva, Farji es parte del motor.
“Me pareció un partido difícil, que lo pudimos sacar adelante con ganas y, más que nada, con actitud”, reconoce el propio Jeremías, que ya se anotó en la red ante Lanús y River, y que cada vez se siente más consolidado. “Fuimos mejorando un montón en las primeras fechas y nos vemos más unidos que nunca”, afirma. Ese espíritu, esa unión y compromiso, son claves para entender por qué este San Lorenzo se anima a soñar en grande.
La historia de Farji con el club comenzó en 2022, cuando el Prof. Juan Carlos Dehollain, referente del área de captación, lo vio brillar en las juveniles de Flandria, donde se destacaba en el torneo de AFA de la Primera Nacional. Desde entonces, su evolución ha sido constante. “Siento que fui mejorando un montón a lo largo del año, física y mentalmente desde que estoy en el club. Y sé que hay muchas cosas más por mejorar”, dice con la madurez de quien sabe que esto recién empieza.
Definidor, con buena pegada, capaz de desbordar por ambos perfiles y encarar con decisión en el uno contra uno, Jeremías se describe a sí mismo como un jugador rápido, con características ideales para jugar como extremo. Pero detrás de sus cualidades técnicas hay también una cabeza bien enfocada y un cuerpo técnico que lo impulsa. “El DT me da un montón de conceptos antes del partido, me indica dónde está la clave, dónde tengo que estar ubicado… y siempre confía en que voy a hacer algún gol”, cuenta con una sonrisa.
Los objetivos de este San Lorenzo están claros: competir, crecer, animarse a más. Y Farji lo tiene muy claro: “Tenemos la expectativa de hacer lo mejor posible partido a partido, dando lo mejor de cada uno y haciendo lo que nos pide el cuerpo técnico. Estamos para pelear el campeonato con cualquier rival”.
El camino es largo, pero el paso de Jeremías ya deja huella. Desde Luján al Bajo Flores, con la camiseta azulgrana como bandera, el pibe que llegó por su talento hoy es pieza clave en un equipo que quiere seguir haciendo ruido en el torneo. Y que sabe que con Farji en cancha, hay motivos para ilusionarse.